En los últimos años el emprendimiento social y la innovación social se han constituido en una de las áreas más innovadoras de reflexión y acción sobre las implicaciones sociales de la actividad económica. Se trata de iniciativas emprendedoras que junto a la creación de riqueza y empleo de calidad se plantean, deliberadamente, la producción de un beneficio para la sociedad.
En un contexto de crisis del modelo económico, el replantarse la empresa y el emprendimiento a partir del beneficio social que, en último término, toda actividad humana debería perseguir, constituye un cambio de coordenadas mentales que, poco a poco, puede ir transformando el sentido y la estrategia de múltiples organizaciones y empresas a través de las cuales se va construyendo una nueva economía. Una economía en la que las externalidades sociales y medio ambientales se endogenizan en un modelo holístico de producción. Cuanto más se profundice la crisis del modelo de capitalismo basado en la virtualización financiera de todo tipo de valores, más aparece el retorno al emprendedor capitalista sujeto de innovación y de productividad como fórmula de salida real de la crisis más allá de los apaños financiados por un gasto publico insostenible.
Y cuanto más aparente se hace el daño del modelo especulativo al tejido social y de valores en los que se funda una humanidad creyente en su futuro, más se desarrollan modelos de emprendimiento que incorporan lo social como objetivo prioritario de su actividad. Es más, muchos de los proyectos de emprendimiento social no son el resultado de iniciativas individuales, sino de esfuerzos comunitarios arraigados en el ámbito local.
El emprendimiento social es un modelo de actividad económico-social que recupera viejas tradiciones para situarlas en un nuevo contexto de desarrollo. En algunos casos pueden ser una respuesta directa a la crisis de empleo en las estructuras industriales obsoletas. En otros casos son formas de desarrollo que proyectan la actividad local en el mercado global a partir de producciones específicas a la tierra y la cultura de donde parten.
En su conjunto revelan la variedad organizativa de las formas de emprendimiento social y muestran como la economía más sostenible es aquella que se constituye en actividad social significativa en lugar de depender de modelos financieros basados en supuestos arbitrarios matematizados al margen del mundo real.
Las administraciones públicas deben convertirse en agentes que contribuyan a la creación de desarrollo sostenible, que genere empleo de calidad y fije población en el territorio, para revertir el proceso de despoblación que sufren provincias como la de Soria. Y eso pasa por el fomento de empresas sociales y apoyo a los emprendedores sociales que tienen por objetivo resolver problemas sociales y/o medioambientales mediante fórmulas empresariales sostenibles, innovadoras, escalables y replicables que anteponen la generación de impacto social positivo a la obtención de beneficios económicos.
Para fomentar el emprendimiento social en áreas escasamente pobladas como la provincia de Soria proponemos trabajar conjuntamente a las administraciones públicas con los agentes de la economía social, en las siguientes líneas estratégicas:
1º.- Creación de un sello o etiqueta de empresa social
2º.- Apoyo en el fomento, incubación, aceleración y puesta en marcha de empresas sociales en áreas escasamente pobladas
3º.- Desarrollo de actividades de formación e información para emprendedores sociales de zonas escasamente pobladas, que tengan por objetivo mejorar sus habilidades y facilitar la puesta en marcha de sus emprendimientos.
4º.- Impulso de programas de transferencia del conocimiento y asistencia técnica para la creación y dinamización de ecosistemas rurales para el emprendimiento social.
5º.- Programa de crecimiento, creación de redes y escalado de empresas sociales en zonas escasamente pobladas.
6º.- Creación, puesta en marcha y gestión de un programa de Bonos de Impacto Social (BIS) para la Repoblación de Soria que sirva para captar inversión privada ligada al éxito de un determinado programa de acción social.
7º.- Creación de la Oficina Nacional de Innovación Social
8º.- Establecer cláusulas sociales en las licitaciones públicas para exigir a todas las empresas que se presenten información sobre su Responsabilidad Social Empresarial y su impacto social.
9º.- Inscribir a Soria en la Red Europea de Ciudades y Regiones de la Economía Social (REVES).